Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
“Eraclio murió enfermo de Chiapas y seguramente de esa
enfermedad quiso morir”, señaló Placido Morales Vázquez, coordinador General de
Gabinetes, del gobierno estatal, durante su participación en la sesión solemne
en la que el gobernador del Estado Manuel Velasco Coello, acompañado de los
titulares de los poderes Legislativo y Judicial, develó el nombre del escritor
Eraclio Zepeda Ramos en el muro de honor del Congreso del Estado.
Con esa frase de Juan Bañuelos, Morales Vázquez recordó
el amor que el escritor tenía por sus raíces; por la tierra que lo vio nacer y
a la cual dedicaría sus poemas y sus novelas. De ese Chiapas, cuya historia,
tradiciones y cultura, plasmó -con inigualable maestría- en cada uno de sus
escritos, el bien denominado Chiapaneco Universal.
Su nombre, quedó ahora inscrito -dijo el coordinador
general del gabinete- al lado de ilustres como Rosario Castellanos, Jaime
Sabines, Enoch Cancino Casahonda, Fray Matías de Córdoba, entre otros, quienes
dejaron un legado en la historia, desarrollo y educación en el estado.
Al dar inicio la sesión solemne, el presidente de la Mesa
Directiva de la LXVI Legislatura, Eduardo Ramírez Aguilar dio la bienvenida a
todos los presentes, y señaló que el Poder Legislativo brinda -de esta manera-
un reconocimiento póstumo al escritor chiapaneco por su trayectoria como
escritor, académico y por su aportación a la literatura contemporánea.
Correspondió a la diputada Judith Torres Vera del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) realizar la semblanza del escritor, de quien
dijo, “fue un ser humano excepcional, de esos que rara vez llegan a la tierra.
De esos hombres cuya piel es la libertad, pero sobretodo, un incansable
narrador de cuentos”.
Dentro de su amplia trayectoria de vida, Don Laco -como
cariñosamente le llamaban sus amigos- fue un reconocido escritor, novelista,
dramaturgo y también cuentista, quien a través de sus relatos narró parte de la
historia contemporánea de Chiapas, sostuvo la legisladora.
Entre su textos más reconocidos -destacó- figuran “Benzulul”,
escrito en 1959; “Asalto Nocturno”, impreso en 1979; y “No se Asombre,
Sargento”. Y entre los reconocimientos recibidos en su larga trayectoria
enumeró a:
Medalla Conmemorativa del Instituto Nacional Indigenista
en 1980.
Premio Xavier Villaurrutia, por “Andando el tiempo” en
1982.
Medalla Belisario Domínguez, 2014
Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de
Lingüística y Literatura otorgado por la Secretaría de Educación Pública en
2014.
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Ciencias y Artes
de Chiapas y la Universidad Intercultural de Chiapas, en 2015.
al acto protocolario acudieron también los integrantes
del Gabinete Legal y Ampliado del Gobierno del Estado, rectores de las
universidades de la entidad, así como los senadores Roberto Albores Gleason,
Zoé Robledo Aburto y Luis Armando Melgar Bravo, y los familiares del
homenajeado: Su esposa Elva Macías, su hija Masha Zepeda, su nieta Milena y sus
hermanos Manuel y Rafael.
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